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Esta fotografía del 16 de febrero de 2017 muestra bebés recién nacidos en la guardería de un centro de recuperación posparto en el norte del estado de Nueva York.
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Dos estudios de 2013 y 2015 encontraron cierta asociación entre la circuncisión y el autismo, pero ambos tienen limitaciones significativas, tamaños de muestra pequeños y problemas metodológicos.
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Ninguno de los dos estudios demostró que la circuncisión causa autismo, y ninguno tenía datos sobre el uso del Tylenol, como dijo el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr.
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Décadas de investigación demuestran que el acetaminofén, el ingrediente activo de Tylenol, es seguro para bebés y niños cuando se usa según las recomendaciones y bajo la supervisión de un pediatra.
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La circuncisión no suele ser un tema abordado en las reuniones del Gabinete de la Casa Blanca, pero el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., recientemente planteó el procedimiento en el contexto del autismo.
"Hay dos estudios que muestran que los niños circuncidados a temprana edad tienen el doble de probabilidades de desarrollar autismo, y es muy probable que esto se deba a que les recetan Tylenol", afirmó Kennedy, quien como el Presidente Trump, citó una investigación frágil sobre el medicamento y el autismo al advertir a las mujeres embarazadas que no tomen Tylenol.
La circuncisión es la extirpación del prepucio del pene, un procedimiento generalmente electivo que se realiza en bebés principalmente por razones religiosas y culturales.
Analizamos los estudios, uno de 2013 y otro de 2015.
Ninguno demostró que la circuncisión cause autismo. Tampoco contaban con datos sobre si se administró acetaminofén, el ingrediente activo del Tylenol, a los pacientes de los estudios.
Los dos estudios encontraron cierta asociación entre la circuncisión y el autismo, pero ambos tenían limitaciones significativas, incluido el pequeño tamaño de las muestras.
Los autores de ambos artículos advirtieron que sería necesario realizar más investigaciones para confirmar la relación.
Décadas de investigación demuestran que el acetaminofén es seguro para los bebés y los niños cuando se usa según las recomendaciones y bajo la supervisión de un pediatra. Ninguna investigación demuestra que tomar acetaminofén en la infancia aumente el riesgo de autismo.
El acetaminofén no es recomendado de manera universal para las circuncisiones. La circuncisión de los bebés típicamente se realiza con anestesia local. Algunas pautas de los hospitales aconsejan a los padres que le den acetaminofén a los bebés según sea necesario para el dolor en los días posteriores al procedimiento.
Cuando PolitiFact preguntó sobre las declaraciones de Kennedy sobre la circuncisión, un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos les remitió a una publicación en X del 10 de octubre en la que el secretario señaló el estudio de 2015 y un artículo de investigación de 2025 que no ha sido publicado.
El artículo no publicado no es una investigación nueva, sino una revisión de estudios existentes.
El artículo de 2025 que Kennedy mencionó en su publicación en X no ha sido revisado por pares. Se considera una preimpresión, lo que significa que no ha sido revisado por otros expertos científicos en el campo, un proceso estándar para la investigación académica que busca garantizar su calidad y rigor antes de su publicación. El artículo fue escrito por investigadores de WPLab, una compañía de Carolina del Norte que promueve una relación entre el acetaminofén y el autismo. En septiembre, The Atlantic reportó que el director ejecutivo de WPLab, William Parker, profesor asociado jubilado de la Universidad de Duke, ha estado en contacto frecuente con Kennedy.
El artículo de WPLab comienza diciendo en su resumen que "evidencia abrumadora" demuestra que la exposición al acetaminofén en bebés "desencadena muchos, si no la mayoría, de los casos de trastorno del espectro autista". La compañía hace declaraciones similares sobre la causalidad en varios otros artículos, pero esa visión no refleja el consenso científico.
La premisa del artículo publicado este verano es que "la evidencia de que el acetaminofén desencadena el autismo" ha sido ignorada y mal utilizada en las investigaciones publicadas. Se trata de una crítica y un análisis; no representa ninguna nueva investigación científica. Señala los estudios de 2013 y 2015 sobre la circuncisión y el autismo, pero tergiversa el alcance de los hallazgos del estudio de 2015. Además, no explica que el estudio de 2013 fue un análisis básico a nivel poblacional de las tasas de circuncisión y autismo.
El estudio de 2013 fue un ejercicio de ‘generación de hipótesis’ que comparó las tasas de circuncisión con las tasas de autismo.
Escrito por epidemiólogos de UMass-Lowell, el estudio revisado por pares de 2013 buscaba determinar si existía una asociación (no causalidad) entre administrar acetaminofén a bebés pequeños y el desarrollo de autismo. Los autores describieron el estudio como un "análisis exploratorio generador de hipótesis", lo que significa que no pretendía llegar a una conclusión definitiva sobre una relación.
La circuncisión no era el enfoque principal. Los datos sobre el procedimiento se analizaron asumiendola administración de Tylenol a un bebé. Sin embargo, el estudio no confirmó si el medicamento se administró en los casos citados.
El estudio analizó nueve países. Para cada país, se recopilaron dos datos: el porcentaje de población circuncidada y la prevalencia del autismo en hombres. En algunos casos, la tasa de circuncisión se estimó con base en el número de hombres judíos y musulmanes en el país.
Se utilizaron esos pocos datos para calcular una correlación.
"Realmente no se puede hacer una correlación con ningún nivel de legitimidad desde un punto de vista estadístico con un tamaño de muestra tan pequeño", afirmó Helen Tager-Flusberg, profesora emérita de la Universidad de Boston y fundadora de la Coalition of Autism Scientists.
El estudio indicó que existía una asociación positiva entre las tasas de circuncisión de una población y sus tasas de autismo, pero advirtió que el estudio presentaba "limitaciones significativas" y que la correlación no implica causalidad y, por lo tanto, no se pretende inferir causalidad. Los autores solicitaron más investigación "para confirmar o refutar esta asociación".
A pesar de no tener datos sobre si a los niños representados se les dio acetaminofén, el estudio relacionó el hallazgo con el uso del medicamento al analizar datos de antes de 1995, aproximadamente la época en que el acetaminofén se convirtió en un medicamento probado para el dolor relacionado con la circuncisión. El estudio halló una correlación ligeramente más débil antes de 1995.
El estudio de 2015 se realizó en Dinamarca, donde la circuncisión es poco común, y no evaluó el uso de acetaminofén.
El estudio danés de 2015 exploró si la circuncisión significaba que un niño tenía más probabilidades de ser diagnosticado con autismo antes de los 10 años. El estudio no examinó el uso de acetaminofén.
El estudio encontró que el riesgo de autismo aumentaba entre un 46 y un 62% en los niños circuncidados, pero este hallazgo necesita mucho contexto.
En primer lugar, la circuncisión en Dinamarca es poco común y se practica principalmente en las familias judías y musulmanas. Sin embargo, el estudio solo contó con datos de circuncisión de hospitales y consultorios médicos, lo que significa que no contabilizó los procedimientos realizados en ceremonias religiosas en el hogar.
Además, dado que tanto la circuncisión como el diagnóstico de autismo son poco comunes, el tamaño de la muestra de estos grupos fue pequeño. En un estudio de 342,877 niños nacidos entre 1994 y 2003, menos del 1% (3,347 niños) fueron circuncidados y alrededor del 1.5% (5,033 niños) presentaron autismo. Tan solo 57 niños tuvieron ambos.
"Hablamos de un número relativamente pequeño de niños dentro de esta numerosa población danesa", afirmó Tager-Flusberg. Cuando el estudio separó las muestras por grupos religiosos o eliminó datos incompletos del análisis, sus hallazgos fueron más drásticos, pero se basaron en cifras aún menores. El hallazgo de un aumento del 62% en el riesgo de autismo se basó en tan solo 24 niños. Otros investigadores en el campo criticaron públicamente el estudio debido a problemas con sus métodos.
En 2019, uno de los autores del estudio, Morten Frisch, propuso que el Parlamento danés prohibiera la circuncisión hasta los 18 años.
Aunque el estudio de 2015 no analizó el uso de acetaminofén, el artículo de WPLab lo citó como "una de las pruebas 'independientes' más convincentes de que el acetaminofén desencadena autismo en bebés y niños susceptibles", una declaración que Kennedy citó en su publicación en X.
"Ninguno de estos estudios tiene en cuenta toda una gama de posibles variables demográficas, culturales o de otro tipo que pueden generar confusión y que uno siempre debe tener en cuenta al analizar las asociaciones entre algún tipo de factor de riesgo y el autismo", dijo Tager-Flusberg.
Este artículo fue traducido por Public Good News.
Nuestras fuentes
Fuentes incluidas en nuestra verificación en inglés.
